Libre Albedrío: la llave del secreto
Tu crianza es la estructura que define quién eres: la buena estudiante, el niño abandonado, la niña que nunca tuvo atención, el niño malo, la fea, el brillante, el suertudo, etc. Normalmente la balanza se inclina hacia definiciones negativas como resultado del bias de la negatividad, que hace que tu mente le preste atención más a lo "malo", porque puede representar un peligro para tu supervivencia.
De los 2 a los 9 años, es el período en la vida del ser humano en que aprende cómo funcionan las cosas, por eso en esos años tu mente subconsciente está en permanente estado de hipnosis, para que sobrevivas. La hipnosis no es otra cosa que un estado mental dentro del cual eres más sugestionable; es decir, puedes recibir al mundo con menos resistencia. Es de notable importancia ese "modo" en la juventud para que el niño adaptarse fácilmente mientras aprende cómo funciona el mundo sin sufrir demasiado.
El problema es que no siempre crecemos en los ambientes más sanos, ni en las familias más estables. Entonces aprendemos que el mundo funciona de maneras no tan fieles a la realidad.
Para un niño, lo que sucede en su casa de los 2 a los 9 años va a representar cómo es en mundo para él (hasta que logre revisar esas creencias con la terapia apropiada), simplemente por optimización de recursos. Déjame te explico.
Como el sistema operativo de la mente subconsciente existe en función de mantenerte vivo, y porque sería una pérdida de tiempo y recursos aprender todos los días cosas como que el fuego quema -bajo el mismo algoritmo-, también aprendes una sola vez que no te mereces el amor, que no vales, que no importas, y que no eres suficiente. Obviamente todo depende del ambiente en el que crezcas, pero casi todo ser humano recibe por acción u omisión esas ideas como "certeras" en su temprana infancia.
A menudo escucho a mis clientes decir: "es que siempre he sido así", "mi mamá era igual", "eso lo aprendí de mis abuelos", "mi familia siempre ha hecho eso", "somos los mismos al final". Y así es como nos refugiamos en el pasado para quitarnos el poder de escoger. Tu pasado no es una jaula, es un abanico de experiencias que deberías utilizar como universidad para aprender según eso, qué quieres ahora y para el futuro.
Reclamar tu poder como creador- es un derecho Divino, pero si le prestas atención a la frase "reclamar"... ¿Quién reclama? Reclama el que se cree digno, el que sabe que tiene derecho. El problema es que has aprendido en tu infancia que no eres digno, que no eres importante, y que no tienes derecho a nada divino. Que debes conformarte con lo que hay, y con suerte quizás te toque algo más.
Creerte digno es un tema ya de por sí, exploremos la idea contraria entonces: ¿Qué te hace no digno?. Quizá alguna experiencia del pasado, algún error que crees que cometiste, algún acto del que te arrepientes, un comportamiento del que no estás orgulloso, o tal ves es un hábito que no has podido soltar a lo largo de los años, que te mantiene energéticamente en el mismo lugar de no merecimiento.
No importa lo que sea, encuentra ahora la respuesta a esta pregunta ¿qué pasó/hice en el pasado que me hizo creer que no soy digno de poder pedir?. Una vez consigas esa razón: episodio, hábito, comportamiento, repite estas palabras en alto, mientras sostienes la imagen de esa situación en mente:
"Querida Inteligencia Cósmica, pido tu perdón por esta situación, por haber entendido que eso me definía, y por tantos años de haberme conformado con esa definición. Entiendo y acepto que soy hijo digno de todo lo que es bueno por el hecho de estar vivo, y porque tengo libre albedrío para perdonarme por todos mis errores: Me perdono, y recibo tu perdón ahora a través de todos el tiempo, espacio y creación, y así me proclamo hijo digno de la Creación. Prometo mantener la verdad como palabra y hacer el mayor esfuerzo en evolución posible, y cuento con tu ayuda para que me impulses a las grandes esferas de creación, que sé que me merezco como tu hijo".
Perdonarte por tu pasado, y luego perdonarte por no haberte perdonado antes, es el primer paso hacia atreverte a utilizar tu absoluto poder creativo.